ARQUEOLOGÍA, TURISMO Y DESARROLLO, UNA MIRADA COMPARATIVA: LOS CASOS DE NASCA Y MAGDALENA DE CAO
La Arqueología y la gestión de los Recursos Turísticos en el Perú.
Considerado como una palanca para el crecimiento económico y la construcción de sociedades más tolerantes e inclusivas, el turismo es un sector que ha crecido constantemente en las últimas décadas, generando a nivel mundial el 2014, 1.5 billones de dólares.
Perú, entre 2002 y 2011, ha visto crecer anualmente un 9% el número de turistas, los cuales superaron los 3 millones el 2013, principalmente atraídos por sus atractivos arqueológicos, históricos y naturales.
PUBLICADO POR ALESSANDRO MARTINOTTI 10/02/2016 SOBRE DESARROLLO TERRITORIAL CON IDENTIDAD CULTURAL
Considerado como una palanca para el crecimiento económico y la construcción de sociedades más tolerantes e inclusivas, el turismo es un sector que ha crecido constantemente en las últimas décadas, generando a nivel mundial el 2014, 1.5 billones de dólares. Perú, entre 2002 y 2011, ha visto crecer anualmente un 9% el númerode turistas, los cuales superaron los 3 millones el 2013, principalmente atraídos por sus atractivos arqueológicos, históricos y naturales.Analizando los datos disponibles, se evidencia que la ciudad de Nasca es considerada como un destino turístico complementario al famoso “Circuito Sur”. Su territorio cuenta con un rico patrimonio arqueológico que, pese al reconocimiento de Patrimonio Mundialotorgado por la UNESCO en 1994 a las famosas “Líneas de Nasca”, no ha sido oportunamente protegido y valorado por las entidades públicas involucradas en su salvaguarda. Esto se puede ver en el descuido de innumerables sitios y monumentos (tales como Paredones, Pueblo Viejo, Estaquería y gran parte de los puquios precolombinos y de los mismos geoglifos) como en la precariedad o ausencia de infraestructura turística apropiada. Por otro lado, la calidad de los servicios turísticos resulta afectada principalmente por tours de baja calidad[1], escasa promoción[2], como también por la falta de categorización de hoteles y restaurantes. Por lo tanto, la mayoría de los visitantes que llegan a la ciudad, luego de haber sobrevolado las líneas[3], continúan su viaje hacia otros destinos, permaneciendo en promedio solamente 1,2 días en la zona.
Cabe además señalar el casi nulo involucramiento de la población local, urbana y rural, en las actividades turísticas desarrolladas, como su indiferencia hacia la conservación y promoción del patrimonio cultural. Los habitantes de Nasca no comparten un pasado común: la identificación étnica y simbólica con los activos culturales territoriales es débil, debido entre otros aspectos, a la inmigración desde la sierra y la presencia minoritaria de grupos afrodescendientes.
Algunas Líneas de Nasca: Las Manos (arriba izquierda); El Colibrí (arriba derecha); El Cóndor (abajo izquierda); La Araña (abajo derecha).
Diferente, si bien con algunas características comunes, es el contexto relativo a la costa norte del Perú, polo que se ha venido posicionando paulatinamente en el escenario turístico del país. Dicho territorio se caracteriza por destinos que han obtenido una cierta importancia turística en las últimas décadas, principalmente gracias al enorme impacto mediático de algunos excepcionales descubrimientos arqueológicos y a la construcción de museos vinculados a ellos, como es el caso de Magdalena de Cao[4], donde los diferentes actores locales – tanto públicos como privados – lograron establecer vínculos de apoyo mutuo y dedicar más esfuerzos a temáticas de difusión y promoción, entrelazando relaciones con los medios de comunicación nacionales y extranjeros, desarrollando entre sí logos identificativos que proyectaran al exterior una propia imagen individualizada.
En términos económicos, tanto la puesta en valor del patrimonio como la apertura del museo han sido una fuente de trabajo, aunque por lo general los empleos directos (seguridad, limpieza, guiado, atención)[5] son pocos numerosos e inestables. Aspectos dinamizadores de la economía local han permitido que el pueblo hoy en día cuente con tiendas de recuerdos, talleres artesanales, nuevos restaurantes y servicios enfocados a proporcionar actividades complementarias a la visita a los museos y centros arqueológicos (de curandería y místicos, que se ligan a la existencia de tradiciones locales)[6].
Desde lo que se pudo apreciar través de este conciso análisis, las localidades de Magdalena de Cao y Nasca, experimentaron un desarrollo turístico diferente. Desde cada contexto surgen fortalezas y debilidades específicas que son necesarias tomar en cuenta, a fin de diseñar políticas ad hoc que puedan aportar al mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones locales a través de un impulso para una actividad turística balanceada y sostenible. Se invita, por lo tanto, a reflexionar sobre:
- Las políticas públicas implementadas: si bien en Magdalena de Cao los diferentes actores locales han tratado de establecer vínculos colaborativos, a fin de desarrollar acciones dirigidas a impulsar cambios en el contexto socio económico local, en Nasca dichas políticas parecen ser ausentes. Se evidencia la baja colaboración entre instituciones públicas y privadas y el carácter primariamente científico de las misiones arqueológicas y de las intervenciones de conservación realizadas en la localidad.
- La utilización de los recursos: en Magdalena de Cao, las inversiones realizadas tanto por municipalidad, como por fundaciones privadas, han permitido realizar obras infraestructurales y de capacitación de micro y pequeños empresarios (que no siempre tuvieron un impacto exitoso). En Nasca, los recursos recaudados través de los ingresos a los sitios, y gestionados por entidades públicas y privadas, son escasamente reinvertidos en obras de conservación, de valorización y promoción del patrimonio local.
- La participación de la población local y la calidad de la oferta: en ambas localidades se detecta un escaso y superficial involucramiento de la sociedad civil en la puesta en valor del patrimonio y en las actividades turísticas relacionadas. Vinculado a esto, la habilidad de proveer servicios de alta calidad: el conocimiento y las capacidades de actores, existentes y potenciales, involucrados en la cadena de valor del sector turístico, en brindar productos y servicios que respeten ciertos estándares cualitativos, es más probable que aumente a medida que crezca la importancia de sus roles dentro del sistema y se compartan equitativamente los beneficios y las pérdidas generadas[7].
- La apropiación del patrimonio material e inmaterial local por parte de los habitantes: en Magdalena la población pareciera ser más consciente del valor poseído por los acervos culturales vinculados con su pasado prehispánico. En Nasca los vínculos entre pobladores modernos y patrimonio arqueológico resultan extremamente débiles. Sin embargo, no existen hasta la fecha, estudios que apunten a profundizar y detallar la temática, esenciales a fin de dar espesor y consistencia al contexto y programar eventuales acciones futuras.
Respecto del contexto nasquense, al fin de elevar el patrimonio arqueológico (junto con otros elementos del patrimonio cultural material e inmaterial provincial) a motor y medio para el desarrollo local, se plantea primeramente, una participación más activa de la sociedad civil tanto en la gestión como en la toma de decisiones que puedan afectar o beneficiar el mismo. Sin embargo, no es posible separar dicho aspecto de otro más importante, que es el desarrollo de acciones que impulsen la apropiación del patrimonio local por parte de las comunidades que viven en estricto contacto con él. Por otro lado, hacen falta compromisos y políticas para una mejor gestión de los recursos financieros y arqueológicos, que combinen la conservación con las distintas dimensiones del desarrollo y que se construyan colaborativamente entre actores públicos y privados.
En conclusión, un último aspecto a considerar es el incrementar el capital humano calificado y capacitado para interactuar con los visitantes, junto con la definición de estándares cualitativos y los respectivos mecanismos de monitoreo, que permitan en un futuro, la creación de un sello o marca territorial distintiva que dé finalmente cuenta de la riqueza y variedad del patrimonio local.
Por Alessandro Martinotti
Programa DT-IC/RIMISP
Fotografías Alessandro Martinotti
[1] Hay una escasez de recurso humano calificado y capacitado, y otrasproblemáticas vinculadas con la informalidad, competencia desleal, precios exageradamente altos, entre otros.
[2] Caso aparte es el Museo Didáctico Antonini que, ubicado a solo 3 cuadras de la Plaza de Armas de Nasca, recibe anualmente alrededor de 15.000 visitantes (entrevista con Giuseppe Orefici, arqueólogo y director del museo).
[3] Estimaciones calculadas por la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (CORPAC) y elaboradas por el MINCETUR, indican para el año 2014 un flujo de 157.232 pasajeros en el aeropuerto de Nasca. Se señala además la existencia de un mirador ubicado algunos kilómetros fuera del centro urbano, visitado por 67.353 personas el 2014, en su mayoría extranjeros, según datos de la Dirección Regional de Ica.
[4] Hernández Asensio 2010 «Arqueología, museos y desarrollo territorial rural en la costa norte de Perú». Proyecto Desarrollo Territorial Rural con Identidad Cultural (DTR-IC). Rimisp, Santiago, Chile. Trivelli C., Hernández Asensio 2009. «Apostando por el desarrollo territorial rural con identidad cultural: La puesta en valor del patrimonio prehispánico de la costa norte de Perú». En Ranaboldo C. y Schejtmann A., editores, «El valor del patrimonio cultural. Territorios rurales, experiencias y proyecciones latinoamericanas», Instituto de Estudios Peruanos, Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, Lima.
[5] Como señalan Hernández Asensio y Arista Zerga son “muy codiciados por la población local, debido a que suponen un ingreso fijo en un contexto de alta volatilidad del empleo”. Hernández Asensio, Arista Zerga 2011, pg. 17. en «Turismo, museos y desarrollo rural ¿Por quién y para quién?» Documento de trabajo, 163. Serie Estudios sobre el Desarrollo, 1. IEP, RIMISP, Lima
[6] Ibíd., pg. 29 y ss.
[7] Sin embargo, eventuales acciones de capacitación deberán construirse sobre las reales necesidades de los individuos, sin exceder sus expectativas.
Deja un comentario.