La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), se creó el 2016 a raíz de la masiva multiplicación de instituciones educativas superiores en la primera década del siglo XX tras la terrible crisis universitaria que asoló nuestro país luego del Conflicto Interno Armado y los años de dictadura, represión y corrupción fujimorista. Todos vimos con buenos ojos el establecimiento de normas que garanticen instituciones de educación superior, públicas y privadas con elevada calidad educativa, administrativa e institucional teniendo siempre como prioridad al estudiante. Sin embargo, en los últimos años el rostro que ha demostrado desdice sus objetivos primigenios y los procedimientos y trámites establecidos por la SUNEDU en la práctica, han convertido a la burocracia descriteriada en enemigos de la educación.
El “licenciamiento” es un proceso obligatorio que determina si las universidades cumplen con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) y para ello se inició un proceso de acreditación al cual se presentó la Universidad Global del Cusco. De manera incongruente, la SUNEDU ha negado este licenciamiento a esta casa de estudios que no sólo representa un capital cusqueño, sino también el espacio donde cientos de jóvenes materializaron sus sueños profesionales. Las autoridades de esta institución como parte de la Corp. Educativa Khipu con más de 36 años al servicio de las juventudes, no hicieron esperar su respuesta y en una masiva conferencia de prensa y con presencia de la comunidad universitaria hicieron frente a cada una de las ocho condiciones exigidas.
En primer lugar, la Universidad Global del Cusco respeta el Estado de Derecho y acatará lo que exija la ley no sin antes apelar y agotar los recursos administrativos y legales para revertir esta injusticia. El fundador del Khipu Ayllu, el Sr. Roberto Portugal, con emotivas palabras se dirigió a los estudiantes de Administración de Negocios Globales, Administración de Negocios Turísticos e Ingeniería en Tecnología de Información y Comunicación, garantizando la sostenibilidad financiera de la universidad valorada con la propiedad del campus que tienen como sede, al igual que otras inversiones que respaldan una planificación estratégica-financiera. La universidad cuenta con acreditaciones internacionales por su gestión de calidad así como distintos reconocimientos tal cual el respaldo de docentes de calidad como lo acreditó en su propia persona el Dr. José Alipio Gonzales, Rector de la Universidad.
Una de las observaciones dice que “no se cuenta con herramientas de gestión relacionadas a la Seguridad y Salud en el trabajo, que garanticen la protección e integridad física de los estudiantes en los laboratorios y talleres”; y añade, “se encontraron inconsistencias para el almacenamiento y disposición final de materiales peligrosos o inflamables que se encuentran en sus instalaciones.” No hace falta visitar las instalaciones para darse cuenta, entre otros detalles, de la sesgada óptica con la cual esgrimen sus juicios los funcionarios de la SUNEDU. La seguridad, proyección social y cultural de esta casa universitaria, está avalada por 36 años de trabajo educativo y los recovecos políticos como también los grandes intereses económicos no podrán cerrar puertas a un paradigma educativo novedoso constituido sobre nuestros valores andinos: el Munay, Llank’ay, Yachay y Kausay nos abrirán otras puertas.
(Semanario Ideario Sur N°28, pág. 7 / Escribe Pavel Ugarte Céspedes)