Los riesgos globales que podrían afectar a la economía peruana en el 2020

El contexto internacional sería más favorable este año, pero riesgos como una desaceleración abrupta de China podrían golpear a la economía peruana.

El 2020 sería un mejor año para la economía mundial que el 2019, según el escenario base de la mayoría de analistas. Pero riesgos como una abrupta desaceleración de la economía china podrían enfriar el dinamismo global esperado, lo que golpearía al PBI peruano, elevaría el tipo de cambio y retrasaría la inversión de las empresas vinculadas al sector externo

El escenario más probable es optimista. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento mundial de 3.3% para el 2020, 0.4 puntos porcentuales (pp) más que el año pasado. La proyección ya se ve reflejada en las bolsas de mercados emergentes, como el peruano, que son particularmente sensibles a la economía mundial. Índices bursátiles que siguen el desempeño de los mercados internacionales, como el MSCI Global ETF y el MSCI Emerging Markets, se han apreciado 11% desde octubre (ver gráfico Evolución de…). Que se mantenga la tendencia depende de que no se concreten los riesgos que ya asoman en los primeros días del año. “Para el 2020 vemos un entorno global cautelosamente optimista que sigue dando impulso a las economías emergentes, y en especial a las latinoamericanas”, dice Ernesto Revilla, director de Latam Economics de Citibank

En un escenario estable, el Perú sería la economía de la región con el crecimiento más rápido este año, según Quinn Markwith, economista especializado en América Latina de Capital Economics. El dinamismo, sumado a la estabilidad macroeconómica del país, atraería capitales extranjeros al Perú (ver gráfico Riesgo país…). Ello dependerá, sin embargo, de que no se concreten los riesgos globales que SEMANAeconómica detalla a continuación.

En un escenario estable, el Perú sería la economía de la región con el crecimiento más rápido este año, según Quinn Markwith, economista especializado en América Latina de Capital Economics. El dinamismo, sumado a la estabilidad macroeconómica del país, atraería capitales extranjeros al Perú (ver gráfico Riesgo país…). Ello dependerá, sin embargo, de que no se concreten los riesgos globales que SEMANAeconómica detalla a continuación.

En China

Un crecimiento de China menor al esperado generaría presiones negativas en la economía peruana. “Afectaría sobre todo a través de un menor precio de commodities a los países sudamericanos y daría un menor dinamismo al comercio global, que afectaría en general a las exportaciones de los países emergentes”, dice Revilla. El menor precio del cobre asociado a una desaceleración en China reduce la inversión minera. “Por cada punto de crecimiento en China las expectativas de inversión suben en 6.5 puntos”, señala un reporte de Intéligo SAB.

El crecimiento esperado de 6% para este año —0.1 pp menor al del 2019— se ve amenazado por factores como una escalada de la guerra comercial entre China y EEUU y el reciente brote del coronavirus en esta región. “Si el nuevo coronavirus se extendiera podría impactar a la confianza del consumidor. Esto afectaría más al turismo y a los servicios, especialmente en China y en el resto de los mercados emergentes asiáticos”, señala Gabriela Santos, VP y estratega global de JP Morgan Asset Management. Capital Economics coincide en que el impacto del brote del nuevo virus —que ya cobró la vida de 26 personas en China— generaría un crecimiento menor al esperado en el primer trimestre de este año. Según cálculos de S&P Global Ratings, el nuevo riesgo podría recortar el crecimiento de la economía china hasta en 1.2 pp. La desaceleración china disminuiría el ritmo de inversión mundial y golpearía el crecimiento peruano sobre todo a través de un menor precio del cobre. También afectaría los ingresos por exportaciones —29% de las exportaciones peruana van a China—, que crecerían 2.8% este año según el BCR y explicarían el 68% del crecimiento de 3.8% proyectado para este año por la entidad monetaria.

En EEUU

La guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa siendo un riesgo latente para la región. La firma de la fase 1 del acuerdo comercial entre ambos países ha generado una calma momentánea en el conflicto, pero no significaría que esté pronto a resolverse. “La guerra comercial sigue siendo un factor de incertidumbre dado que más allá de la primera fase del acuerdo, falta lo más difícil de negociar entre los dos países, que es el tema de transferencia tecnológica y propiedad intelectual”, comenta Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital. Las elecciones a realizarse en noviembre no mejorarían el panorama para la firma de los acuerdos aún pendientes. “Hay una percepción importante de que Donald Trump va a ser reelegido. Por el escenario electoral ha sido un poco más moderado en sus posturas. Si Trump es reelegido, ya no tendrá incentivos políticos porque no tiene opción de continuar, por lo que hay un riesgo de que sea incluso más radical de lo que viene siendo”, añade Velandia. Ese escenario aumentaría la probabilidad de mayores tensiones comerciales. “Si vuelven a aumentar, el principal mecanismo de transmisión es una caída en la confianza empresarial que afecta la inversión empresarial y la fabricación, perjudicando a los grandes exportadores del mundo”, añade Santos, de JP Morgan

En Latinoamérica

El próximo plebiscito que se dará en abril en Chile, que busca cambiar la Constitución —60%

de aprobación tiene el plebiscito en Chile—, agrega un carácter de incertidumbre a la región. Esto podría jugar en contra del sentimiento de los inversionistas a los países emergentes. “Chile era considerado como una de las democracias más avanzadas en términos de desarrollo económico de la región. En el 2022 sabremos si aceptan o rechazan esta propuesta. Serán dos años de mucha incertidumbre”, comenta Patricio Navia, profesor titular de la escuela de Ciencia Política de la Universidad de Nueva York.

En Europa

La guerra comercial también podría trasladarse a las canchas europeas, lo que añadiría presiones a la cautela de los inversionistas hacia países emergentes, como el peruano. Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles al sector automotriz europeo han escalado recientemente. Ello tendría consecuencias negativas para su economía y perjudicaría al crecimiento global. “La industria automotriz es la más importante de Alemania e imponerle aranceles podría llevar a su economía, la más importante de Europa, a una recesión”, agrega Velandia.

Fuente: https://semanaeconomica.com/economia-finanzas/economia-internacional/riesgos-globales

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