La auditoría en la era digital

Hubo un consenso generalizado en cuanto a la necesidad de reducir la complejidad de los informes de auditoría, de manera que los usuarios puedan acceder fácilmente a la información que necesitan: “los informes complicados dificultan la comprensión de los lectores” dijo un participante. Otro añadía: “la facilidad de lectura es importante, no hay que sobrestimar la capacidad de los inversores a la hora de entender un informe de auditoría (China)”. Hubo mayor variedad de opiniones en cuanto a cómo debería ser una “auditoría moderna”. Una minoría opinaba que la definición de auditoría se ha estirado demasiado: “la auditoría debería volver a su esencia: simplemente una garantía para los inversores que les dice si una compañía está en buena o mala forma financieramente (China)”. “El auditor debería centrarse en proporcionar la información clave a los proveedores de capital (EU).” En cambio, muchos participantes quieren ver una evolución en el informe de auditoría. Los beneficios potenciales de los informes integrados así como de los avances tecnológicos fueron repetidamente citados. En particular se detectó interés en explorar las nuevas posibilidades en cuanto al análisis y la movilidad de los datos y la idea de auditoría continua. “Los auditores tienen que ser más sagaces en cuanto a la manera de hacer las auditorías y de usar la tecnología”, dijo un participante mientras que otro opinó que “la tecnología es una herramienta para facilitar, no remplaza a los auditores (Singapur)”. La flexibilidad y el acceso a los datos en tiempo real fueron también mencionados desde la perspectiva de un ciclo anual de la auditoría que resulta demasiado lento para el contexto actual. En palabras de un participante de la UE, “los consejos están pidiendo más información en tiempo real que incluya cierto nivel de garantía”. Sin embargo, otros participantes mostraron su preocupación en cuanto a los riesgos potenciales de esa concepción: “la información en tiempo real aumenta el riesgo de una toma de decisiones cortoplacista y de que se acabe ignorando la creación de valor a largo plazo (Singapur)”. Las auditorías no van a desaparecer por el momento, pero tienen que adaptarse a la era digital. Este fue probablemente el principal mensaje que surgió de las mesas redondas realizadas alrededor del mundo. “La auditoría debería desempeñar un papel más importante en un mundo de información compleja que se difunde rápidamente

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