LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA ADMINISTRACIÓN

Las organizaciones actuales se enfrentan a nuevos paradigmas de la administración moderna como son la globalización y la competitividad.

En este nuevo escenario las organizaciones tienen que enfrentarse a un mundo donde impera la incertidumbre, siendo necesario adaptarse rápidamente a los cambios ligados a transformaciones económicas, políticas, sociales que cada vez son más rápidos. Las organizaciones actuales se enfrentan a nuevos paradigmas de la administración moderna como son la globalización y la competitividad. En este nuevo escenario las organizaciones tienen que enfrentarse a un mundo donde impera la incertidumbre, siendo necesario adaptarse rápidamente a los cambios ligados a transformaciones económicas, políticas, sociales que cada vez son más rápidos.

Para ello las organizaciones deben tener una visión clara de las implicancias del fenómeno de la globalización que indica que en el mundo cada vez existe un mayor grado de interdependencia entre las diferentes regiones y naciones en el mundo, particularmente en lo referente a las relaciones económicas, financieras, políticas, sociales y de comunicación.Por otro lado, el factor de la ventaja competitiva de las naciones que fue abordado por Michel Porter (2008) implica que cada vez los países que van a la vanguardia del desarrollo económico se basan en los factores internos de cada organización para ser más productivos y por el grado de intervención del Estado y sus políticas que juegan un papel determinante en la competitividad del país.

Se tiene por ejemplo a Valda (2011) quien describe que las características de los actuales escenarios que involucran transformaciones, cambios y oportunidades, muestran a muchas empresas exitosas que han conquistado mercados y que satisfacen plenamente a sus consumidores, apoyadas de una gerencia, que se ha actualizado e identificado con ellos, dando paso a nuevos paradigmas que la ciencia administrativa ha propiciado en las funciones operativas de las organizaciones en su estructura, liderazgo, y cultura organizacional.

Las empresas no pueden seguir bajo una gerencia que actúe de acuerdo a los conocimientos tradicionales, cuando mucho de éstos no está adaptados a las exigencias competitivas del presente. Se necesita dar paso a nuevos paradigmas, aportando conocimientos que se identifiquen con los retos a enfrentar y que se susciten los cambios que le ayuden a obtener resultados beneficiosos.También Tünnermann y De Souza (2003) en su trabajo nos indican que una de las características de la sociedad contemporánea es el papel central del conocimiento en los procesos productivos, al punto que el calificativo más frecuente que suele dársele es el de sociedad del conocimiento. Asistimos a la emergencia de un nuevo paradigma económico-productivo en el cual el factor más importante no es ya la disponibilidad de capital, mano de obra, materias primas o energía, sino el uso intensivo del conocimiento y la información. Será, entonces, preciso educar para el cambio y la incertidumbre. “La comunidad académica, ha escrito Federico Mayor, deberá tener el coraje de decirle a la juventud que las prerrogativas y certezas ya no forman parte del presente: es en la incertidumbre donde está la esperanza al filo de las sombras y las luces”.Los sistemas de educación superior, dice la Declaración Mundial (París, octubre de 1998) deberían aumentar su capacidad para vivir en medio de la incertidumbre, para transformarse y provocar el cambio. La incertidumbre no debe conducirnos a la perplejidad sino a la disposición para el cambio, a la ampliación y renovación incesante del conocimiento.

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