Fuente: Lic. Marco Limachi López

Hoy en día, el desarrollo y la competitividad de las naciones, regiones y municipios, están íntimamente ligados y condicionados a la producción y el aprovechamiento de conocimientos fruto del desarrollo de procesos de investigación científica. La actividad investigativa es uno de los procesos más importantes en la construcción y generación de nuevos conocimientos que permiten generar procesos de innovación y desarrollo de nuevas formas de satisfacer y solucionar los problemas y necesidades de la sociedad en general.

Las instituciones (público, privadas y de apoyo), que son actores del desarrollo económico, productivo y social, principalmente la Universidad en el marco del componente investigativo, está en la responsabilidad de generar y desarrollar conocimientos que permitan dinamizar y potenciar el aparato económico productivo, para consecuentemente mejorar el nivel de vida de los habitantes del departamento.

Si bien es cierto, se están desarrollando esfuerzos para la generación de nuevos conocimientos mediante la actividad investigativa fundamentalmente en el ámbito de la academia, vale la pena hacernos la siguiente interrogante, ¿Realmente, esos conocimientos que se están generando están en sintonía con las necesidades y problemática de los actores sociales, económicos y productivos?, en este sentido, es importante considerar que los conocimientos que se vayan a generar a través de procesos investigativos deben apuntar a solucionar y satisfacer los problemas y necesidades de un contexto en particular, entonces: ¿Qué conocimientos debería de generarse?, ¿Cómo lograr que las iniciativas de proyectos de investigación estén en sintonía con las demandas y necesidades del sector económico y productivo?, son algunas consideraciones que se debería tomar en cuenta para una adecuada planificación y gestión de la investigación.

La generación de conocimientos y, por ende, la actividad investigativa, debe estar circunscrita a líneas directrices que guíen y orienten la actividad investigativa, dichas líneas deben estar en concordancia con las necesidades y problemática de los sectores y actores de un determinado contexto y realidad en particular. Consecuentemente, es menester la definición de líneas de investigación contextualizadas y pertinentes que permitan guiar y orientar la actividad investigativa en procura de lograr mayores niveles de sintonía con las necesidades y problemática del sector económico productivo y social.

Según, Barrera & Hurtado (2002), una línea de investigación prevé la consideración de temas y áreas fundamentales, mediante la identificación, priorización de áreas temáticas y la precisión de aspectos de interés en particular, tarea que permite la visualización y el despliegue de las potencialidades investigativas en cuanto a áreas o temas de interés que se presentan y son percibidas en cualquier realidad desde la perspectiva y mirada de la investigación.

La formulación de líneas de investigación debe tomar en cuenta la participación de todos los actores involucrados, actores protagónicos, sociales, económicos productivos e institucionales, de tal forma que posibiliten el análisis y la identificación de las necesidades y problemáticas del contexto en particular, para posibilitar la formulación de líneas de investigación que permitan la generación de conocimientos pertinentes a la realidad problémica y necesidades de un determinado contexto.

La definición de líneas de investigación pertinentes y contextualizadas contribuirá a una mayor y mejor  sincronía de las iniciativas de proyectos de investigación (generación de conocimientos) entre  la academia, investigadores, y otros actores de la sociedad que están directamente relacionados con el desarrollo, generación, comunicación y divulgación de nuevos conocimientos e información que permita fortalecer el aparato económico productivo del departamento y potenciar los distintos  rubros: agrícola, pecuario, comercial, hidrocarburífero, servicios y turismo, etc.