SITUACION DE LA INVESTIGACION Y DESARROLO EN EL PERU
La poca inversión que, históricamente, ha tenido el área de investigación y desarrollo (I+D) hacía suponer que la ubicación del Perú en rankings internacionales en este rubro no sería la mejor. El Censo de Investigación y Desarrollo, realizado el año pasado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) y el Instituto de Estadística e Informática (INEI), confirmaron esa sospecha de forma dolorosa: a pesar de los esfuerzos de los últimos años, el Perú se ubica en el último puesto respecto a sus pares internacionales.
William Sánchez, director de Investigación y Estudios del Concytec, explica que el Perú se encuentra muy rezagado en todos los indicadores de I + D, no solo en cuanto a inversión. “En términos de personal, por cada 5 mil personas de la PEA, tenemos un investigador; mientras que en Chile, por cada mil, hay 1.4; en Brasil, 2.5; y en la OCDE, por cada mil, hay 3 investigadores”, explica.
Cuando hablamos del gasto I+D, nos referimos a investigación básica, aplicada y desarrollo tecnológico. La básica entendida como un escenario donde se formulan nuevas hipótesis y teorías para ampliar el conocimiento, la aplicada es donde se empieza a innovar y a patentar, mientras que el desarrollo tecnológico perfecciona materiales usando los insumos que se desarrollaron en la investigación básica y aplicada.
“En América Latina, alrededor del 60% del gasto está destinado a investigación aplicada, mientras que en los países avanzados, alrededor del 70% está destinado a desarrollo tecnológico. Esta diferencia es porque la etapa final implica lograr la innovación, y si no haces desarrollo tecnológico, no vas a lograr innovación. Se ha demostrado que la innovación permite generar empleo de calidad y mayor crecimiento, elevar la competitividad de la economía y tener impacto en la parte social. Eso no quiere decir que la investigación básica y aplicada no son importantes, sino que tenemos que dar más impulso al presupuesto I+D, pero apostando también por desarrollo tecnológico porque esto nos va a permitir llegar a la fase de innovación, una vez que los productos o nuevos materiales sean aceptados por el mercado”, explica Sánchez. El 2015, solo el 16.1% del total del gasto en I+D se destinó a desarrollo tecnológico.
Sánchez agrega que, el año pasado, el Fondo Monetario Internacional dedicó un capítulo de su reporte anual a hablar de la inversión en investigación y desarrollo, donde se decía que si en el mundo se incrementara en 40% el gasto en I+D, el crecimiento de países desarrollados podría incrementarse en 5% y las otras economías, hasta en 8%.
Deja un comentario.